Hoy es uno de esos días en que el mundo y su más agresiva criatura (el hombre) han amanecido enrarecidos por la vileza, el egoísmo, las prisas, la penuria, la miseria, el desasosiego enfermizo. Vapores pútridos emanan de bocas, tubos y chimeneas.
Flotan las penurias ante la indiferencia generalizada, afloran las banalidades, estúpidas superficialidades que aplastan con su constante runrun las cuestiones más simples, aunque más verdaderas, más trascendentales de la vida.
(Foto robada a eurielec)
La ceguera inducida por el sinfin de sinsentidos, por la bárbara sin razón, por el afán de eludir las realidades en el refugio de las virtualidades. Evasión por medio de sugestión y autosugestión de virtu-realidades. La farsa anida en nuestro sistema, es cierto, pero la tomamos sin más, sin al menos combatirla, anida por tanto también en nuestras personalidades. Comodidad ante todo, no vaya a ser que la reflexión incomode nuestra confortable insipidez. Pensar lo mínimo, no vaya a ser que emerjan en la mente preguntas existenciales, que dificulten nuestro tránsito absurdo, irresponsable e indoloro por este mundo hostil.
¿Para qué arriesgar tanto bienestar? Sacrificarlo por un vivir-de-verdad, quizás?
Lo que ocurre en nuetra sociedad es que el hombre se está pareciendo cada vez más al lobo estepario de Hesse, normal en las formas pero salvaje en las intenciones. Se está perdiendo el respeto por todo y por todos en provecho del interés propio. Vivimos en una sociedad cada vez más sociópata
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo, vivimos en un mundo en el que desde que tenemos uso de razón nos inculcan una visión del mundo y del éxito impregnada de puro egoísmo. Gracias por tu comentario, Rubén, me hace mucha ilusión que entres en mi blog y participes!!!!
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