de los que nada quiero saber
ocultan turbiezas a las que no me quiero asomar
no me mires a los ojos
no me busques en las profundidades
no te asomes a mis abismos
no encuentres fantasmas
déjalos estar
elude mis demonios
Esos demonios,
tan tuyos como míos,
existen,
persisten,
no avives su fuego,
no desgarres mi garganta con gritos
déjalos estar
elude mis demonios
Esos demonios,
tan tuyos como míos,
existen,
persisten,
no avives su fuego,
no desgarres mi garganta con gritos
no despiertes a las bestias
no me hagas rugir
no me hagas rugir
no rebusques más,
clon curioso de mi ser
doble malicioso
de rostro semejante al mío
déjalo estar
No quiero ver más tu reflejo
en este espejo del mal
al que se asoma tu sombra malévola
desde la oscuridad
borra esa sorna de tus comisuras
pues son las mías
y sólo admito en ellas dulzuras
Te lo advierto,
aplaca tu lengua sibilina
guarda tus dagas envenenadas
no enfermes más mi mente cansada
o pondré fin a tu vida...
pues son las mías
y sólo admito en ellas dulzuras
Te lo advierto,
aplaca tu lengua sibilina
guarda tus dagas envenenadas
no enfermes más mi mente cansada
o pondré fin a tu vida...
Te romperé en mil pedazos
aunque cargue con 7 años de mala suerte,
en las tinieblas de la noche te esperaré
para matar tu acecho
Precioso poema reflexivo,
ResponderEliminarFue un placer devolverte la visita,
Un buen trabajo hiciste en este blog
Saludos.
Mil gracias por tu visita, sinuhe!!!
ResponderEliminarTe voy a enlazar a mi blog (con tu permiso) y seguiré las huellas que le imprimes al tuyo.
Un saludo