Camina por el mundo
perdiendo retazos de su vida
que se escapan de su ser,
que vagan inconexos por oscuras esquinas
ennegrecidos por las sombras del olvido
Desesperado busca por las calles
esos pedazos extraviados
que necesita para recomponer el puzzle vital
de lo que fue, es y quiere volver a ser,
mas solo caen en sus manos agrietadas
restos enmohecidos
de piezas inconexas que ya no dan sentido a su existencia vagabunda
Nada que aporte continuidad al alma desorientada
nada que repare y monte cada soplo de aliento perdido
y lo convierta en perfecta unidad
Nada queda ya que de forma a ese jardín de sombras
sin árboles ni hojas
Pues sí. El hombre sin memoria, sin recuerdos, es un jardín de sombras...
ResponderEliminarGusto en encontrarte. Estoy leyendo tus poemas y me gustan. Pasaré seguido.
Saludos
A mi apenas me queda memoria, no sé por qué será. Cuando te piras de tierras del cid?
ResponderEliminarMe voy el miércoles por la tarde. Tú cuándo vienes?
ResponderEliminarLa verdad es que mi memoria se pudre día a día y eso que últimamente la estoy mimando un poco más.
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