A veces un anticiclón no anunciado
arrasa los bastiones de una vida,
con un violento viraje gira el timón
de la embarcación desprevenida,
invirtiendo el rumbo y el destino
La existencia se adentra en nuevos derroteros
y uno queda atrás horrorizado
reducido a una sombra
de esa nueva vida que
avanza sin cesar
que cobra nueva identidad
sólo quedan las cenizas aún templadas
de lo que el alma vio pasar
pero el devenir quiso, por capricho, arrebatar
Catónico y ajeno contempla los minutos avanzar
con sensación de incredulidad
presencia su propia absurda comedia
estaba necesitado de leer tus versos, Kay. La vida da muchas vueltas y un día estás abajo y otro arriba, sólo hay que vivir con tranquilidad y buscar la felicidad. Busca y hallarás
ResponderEliminarEs verdad, la vida es como una montaña rusa...qué bonito tu comentario, Dani
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