Y si no quiero salvarme y prefiero sucumbir a lo mundano... No tengo nada que confesar, Jesucristo no es mi señor. Y mi corazón se limita a latir no a creer, además las creencias no salvan a nadie, evaden de la realidad, permiten escapar, eludir la verdad, te alejan de la vida, del presente, del ahora
por fin has vuelto...
ResponderEliminarSi confiesas con tu boca que Jesucristo es tu Señor y crees en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salv@.
ResponderEliminarRomanos 10.
Y si no quiero salvarme y prefiero sucumbir a lo mundano... No tengo nada que confesar, Jesucristo no es mi señor. Y mi corazón se limita a latir no a creer, además las creencias no salvan a nadie, evaden de la realidad, permiten escapar, eludir la verdad, te alejan de la vida, del presente, del ahora
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