Ahora que todo se mueve
A un ritmo vertiginoso
El miedo me paraliza,
Me refugio en la pasividad,
En la cobardía de la inactividad
Cuando me permito el lujo de
fluir
De vivir locamente
O simplemente llenar de intensidad el vacío
El descontrol desbarata mi
existencia,
Lo enrarece todo de
acontecimientos impredecibles
De consecuencias indeseadas,
Que me dejan de nuevo desamparada
Abrumada por la soledad,
la
incomprensión
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