El arte de volar

Un canto etéreo
se eleva sobre cabellos brillantes
de cabezas despiertas
de mentes y almas abiertas

una tela se ondula entre ondas invisibles de magia
responde así,
con un suave crujido,
a las caricias en que se deshace el viento,

ese viento que saca de paseo a una pluma

que vaga feliz, sin rumbo por el aire

La tarde se funde en sensaciones,
pieles de vello erizado respiran electricidad
dulzura en el aire
frescura en julio
olores cálidos envuelven los sentidos
que responden agradecidos

sonrisas sinceras evocan orillas en calma
fuegos fatuos iluminan los rostros

No es fácil,
pero siempre podrán volar
si conservan y miman la levedad del alma

Si alzan las naricillas
si mantienen el tacto despierto
la piel sedienta
el gusto hambriento
la mirada en flor
nostálgica de belleza
las compuertas auditivas anhelantes de maravillas
la ilusión intacta

entonces sabrán
que es así como va
este es el arte de volar
de volar la vida...
aun cuando arrecian tempestades

su deber, el nuestro,

es mantener el vuelo siempre alzado